Mi gato vomita la comida, ¿es normal? ¿Qué significa? Muchos propietarios de gatos tienen problemas con los vómitos de sus gatos y no saben cómo tratarlos adecuadamente. Los vómitos del gato son síntoma de una serie de problemas de salud. Si su gato vomita con frecuencia, esto no es normal, y vomitar más de una vez a la semana es señal de un problema de salud que requiere una visita rápida al veterinario.
Antes de entrar en las causas de los vómitos de los gatos, entendamos la diferencia entre vómitos y reflujo.
Los vómitos no siempre son vómitos: también pueden ser reflujo. Los vómitos y el reflujo son dos fenómenos fisiológicos diferentes, y es importante entender las diferencias para comprender mejor el estado de tu gato.
El vómito es el proceso de expulsión de materia digestiva (comida, agua, etc.) del estómago del gato. El vómito del gato es un proceso activo que suele ir precedido de acciones precursoras como vómitos secos y lamidos repetidos de la punta de la nariz. A continuación, los gatos experimentan violentas contracciones abdominales, seguidas del vómito de comida por la boca. Al vomitar, todo el abdomen y el cuerpo del gato hacen fuerza, y también puede verse al gato abriendo mucho la boca en un intento de expulsar el contenido de su estómago.
El reflujo sólo implica la expulsión de comida o agua de la boca o el esófago del gato. El reflujo es un proceso pasivo y no va precedido de contracciones abdominales. Cuando se produce el reflujo, el gato no suele hacer ningún otro ruido ni movimientos abdominales evidentes, simplemente baja la cabeza y la comida cae directamente por la boca, y la mayor parte es comida para gatos sin digerir. Y el reflujo suele producirse entre 30 minutos y 2 horas después de la comida del gato.
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Comer demasiado rápido o en exceso
Cuando los gatos comen comida para gatos rápidamente y en grandes cantidades, la comida llega demasiado tarde para ser masticada adecuadamente y se expande al entrar en el estómago, aumentando la presión sobre éste y pudiendo provocar reflujo y vómitos en los gatos. Esto es especialmente frecuente en gatos jóvenes y en hogares competitivos con varios gatos.
Ejercicio excesivo después de las comidas (común en gatitos)
El estómago del gato está lleno de comida después de una comida, y el ejercicio extenuante inmediatamente en este momento hará que la presión en el estómago aumente, especialmente si el estómago aumenta de tamaño cuando está sobrealimentado. Los golpes y vibraciones provocados por el ejercicio pueden hacer que la comida del estómago se devuelva al esófago sin estar completamente digerida, lo que puede provocar vómitos.
Alergia alimentaria y sensibilidad estomacal
Los gatos pueden ser alérgicos o intolerantes a determinados ingredientes de los alimentos, como ciertas carnes, pescados, productos lácteos o determinados aditivos de la comida para gatos, que pueden provocar vómitos y diarrea tras su ingestión.
Bolas de pelo
Los gatos se lamen el pelo durante el proceso de autolimpieza, e inevitablemente se tragan parte del pelo. Estos pelos se acumulan gradualmente formando bolas de pelo, y si no pueden expulsarse sin problemas, el gato las eliminará vomitando. Ésta es una de las formas en que los gatos autorregulan su organismo para expulsar el pelo. Control de las bolas de pelo en gatos
Enfermedades del aparato digestivo
Gastritis o úlcera gástrica: debido a la inflamación o ulceración de la mucosa gástrica, provoca malestar estomacal y desencadena vómitos.
Enteritis o pancreatitis: La inflamación del tubo digestivo o la disfunción pancreática, que afectan a la digestión y absorción de los alimentos, también pueden provocar vómitos.
Infecciones parasitarias intestinales: como las ascárides y las tenias, pueden causar inflamación del tubo digestivo y vómitos.
Infección parasitaria
La presencia de parásitos en los gatos, como ascárides y tenias, puede afectar a la función gastrointestinal, provocando indigestión y vómitos.
Nuevo entorno o reacción al estrés
Los cambios repentinos en el entorno vital, la estimulación por ruido, el estrés psicológico causado por la incorporación de nuevos miembros a la familia y los periodos prolongados de soledad pueden provocar reacciones de estrés en los gatos, que pueden incluir vómitos.
Envenenamiento o ingestión accidental de objetos extraños
Los gatos, por curiosidad, mastican o tragan objetos no aptos para la digestión, como plásticos, hilos, plantas, etc. Estos objetos extraños estimulan la mucosa gástrica y provocan vómitos, y en casos graves pueden obstruir el tubo digestivo.
Reacción al fármaco
Los gatos pueden experimentar el efecto secundario del vómito después de tomar ciertos medicamentos. Ciertos medicamentos pueden causar irritación o molestias en el tracto gastrointestinal del gato, provocando vómitos.
Enfermedad de las bolas de pelo: Las bolas de pelo se acumulan en el estómago del gato y, aunque ya se ha mencionado, es una causa importante independiente de la alimentación rápida. Es un fenómeno fisiológico normal que los gatos eliminen las bolas de pelo mediante el vómito de forma regular, pero hay que prestar atención si es demasiado frecuente.
Uremia o enfermedad renal
Las enfermedades crónicas como la insuficiencia renal grave o la uremia pueden provocar vómitos repetidos en los gatos.
Trastornos endocrinos
Afecciones como el hipertiroidismo (hipertiroidismo) o la cetoacidosis diabética también pueden provocar vómitos.
Tumores o enfermedades de órganos
Los tumores del tubo digestivo, las enfermedades hepáticas o pancreáticas pueden provocar vómitos en su gato.
En el caso de los vómitos del gato, como propietario, debe observar atentamente la naturaleza y frecuencia del vómito y los síntomas que lo acompañan, y buscar atención médica si es necesario para no pasar por alto las señales de enfermedades potencialmente graves. Al mismo tiempo, la mejora de los hábitos alimentarios, el mantenimiento de un entorno vital adecuado, la desparasitación y vacunación periódicas, así como el uso racional de la medicación, son medidas importantes para prevenir los vómitos del gato. Si los vómitos son frecuentes, persistentes o van acompañados de otras afecciones médicas, es importante consultar a un veterinario para su diagnóstico y tratamiento lo antes posible.
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Anomalías estructurales del esófago
Estenosis esofágica: Puede tratarse de una enfermedad congénita o adquirida que reduce el diámetro de la luz esofágica, lo que afecta a la capacidad de empujar los alimentos hacia el estómago.
Hernia de hiato esofágicaanomalía en la unión del esófago y el estómago (hiato esofágico) que hace que parte del estómago pase hacia arriba a través del diafragma y hacia el tórax, con lo que el fondo del estómago comprime el esófago y aumenta el riesgo de reflujo.
Enfermedades esofágicas
Esofagitis por reflujo: el ácido del estómago y las enzimas digestivas refluyen hacia el esófago, erosionando con el tiempo la mucosa esofágica y provocando inflamación y úlceras.
Espasmo esofágico o distrofia del esfínterdisfunción del esfínter esofágico inferior, que es incapaz de detener eficazmente el reflujo del contenido del estómago hacia el esófago.
Cardiopatías
Regurgitación valvularpor ejemplo, regurgitación mitral, regurgitación aórtica, etc. En caso de insuficiencia del cierre de las válvulas cardíacas, la sangre puede retroceder hacia las cavidades cardíacas o los vasos sanguíneos. Aunque no se trata de una regurgitación esofágica directa, las cardiopatías pueden provocar alteraciones circulatorias sistémicas, que pueden agravar indirectamente la regurgitación esofágica.
Cardiomiopatía: La miocardiopatía afecta a la eficacia de bombeo del corazón y puede provocar cambios hemodinámicos que aumenten indirectamente la probabilidad de reflujo gástrico.
Tumores o lesiones ocupantes de espacio
Crecimiento tumoral en el tórax o el mediastino que comprime el esófago, causando obstrucción esofágica o disfunción peristáltica e induciendo reflujo.
Trastornos neurológicos: Los trastornos neurológicos que afectan a la inervación del esófago pueden provocar una disfunción de la motilidad esofágica, afectando al movimiento descendente normal de los alimentos.
Enfermedades del aparato digestivo
Las enfermedades gástricas como la gastritis, las úlceras gástricas, la dilatación gástrica y la torsión pueden provocar un aumento de la presión intragástrica, provocando el reflujo del contenido gástrico hacia el esófago.
Los hábitos de vida como una dieta inadecuada (por ejemplo, comer demasiado y rápido), la obesidad y las posturas tumbadas también pueden exacerbar los síntomas del reflujo.
Los gatos a veces vomitan, pero esto no siempre es normal. En general, los vómitos leves ocasionales pueden ser un comportamiento de autorregulación en los gatos. Algunos ejemplos son el vómito de bolas de pelo, comer demasiado o demasiado rápido y el ejercicio extenuante después de comer.
Sin embargo, los vómitos frecuentes, los vómitos persistentes, los vómitos que contienen sangre, bilis de color amarillo verdoso o un color o textura anormales suelen ser anormales y pueden indicar los siguientes problemas: intolerancia o alergia alimentaria, trastornos gastrointestinales (por ejemplo, gastritis, úlceras gástricas, enteritis, pancreatitis, etc.), infecciones parasitarias, bolas de pelo graves, medicamentos, trastornos endocrinos o trastornos orgánicos (por ejemplo, envenenamiento o ingestión de un cuerpo extraño). Consulte "Causas de los vómitos y la regurgitación en gatos" más arriba para conocer las causas específicas.
Si los vómitos de su gato van acompañados de pérdida de peso, pérdida de apetito, letargo, hinchazón abdominal, estreñimiento o diarrea, o si los vómitos son frecuentes y persistentes, es un indicio de que su gato puede tener un problema de salud y debe ser examinado por su veterinario. Los vómitos frecuentes en los gatos no deben ignorarse, ya que pueden ser uno de los primeros signos de una enfermedad grave subyacente.
Los vómitos en los gatos no significan necesariamente que exista un problema concreto. Podría ser normal o podría tratarse de algún tipo de problema de salud en su gato. A continuación encontrará una lista de los diferentes significados que pueden representar los vómitos de los gatos:
Vómitos de bolas de pelo: Los gatos tragan pelo durante la autolimpieza, y cuando el pelo forma bolas de pelo en el estómago, para expulsar las bolas de pelo del cuerpo, los gatos las expulsan vomitándolas.
Comer demasiado rápido o en exceso: Los gatos comen demasiado o demasiado deprisa en poco tiempo, lo que puede provocar la dilatación del estómago y desencadenar el reflejo del vómito.
Enfermedades del aparato digestivocomo gastritis, úlcera gástrica, inflamación intestinal, pancreatitis, infección parasitaria intestinal, etc. pueden desencadenar vómitos.
Intolerancia o alergia alimentaria: La alergia o intolerancia a un determinado alimento o ingrediente alimentario también puede provocar vómitos.
Envenenamiento o ingestión de objetos extraños: La ingestión accidental de sustancias nocivas u objetos extraños indigestos, como detergentes, bolsas de plástico, briznas de hierba, piezas de juguetes, etc., puede provocar vómitos.
Enfermedad renal o hepática: La enfermedad renal crónica, la enfermedad hepática y otras enfermedades de órganos intrínsecos pueden presentar síntomas de vómitos en fases avanzadas.
Enfermedades endocrinaspor ejemplo, el hipertiroidismo (hipertiroidismo) también puede provocar vómitos.
Reacciones a fármacosciertos medicamentos pueden provocar molestias gastrointestinales en los gatos, con reacciones nauseosas y vómitos.
Reacciones de estrésCambios ambientales, miedo, estrés y otros factores pueden provocar vómitos en los gatos.
Elegir la comida húmeda adecuada para los vómitos frecuentes de su gato consiste sobre todo en encontrar aquellas que sean fáciles de digerir, hipoalergénicas, de fórmula suave y que contengan ingredientes beneficiosos para la digestión. He aquí algunas sugerencias:
Elegir comida húmeda para gatos elaborados a partir de una única fuente de proteínas animales (por ejemplo, pollo, pato, pescado, etc.) pueden ayudar a reducir el riesgo de alergias o intolerancias alimentarias.
Elija comida húmeda para gatos con bajo contenido en grasa y moderado en fibra. Los alimentos ricos en grasa pueden agravar la carga gastrointestinal, mientras que un exceso de fibra puede provocar molestias gastrointestinales.
Busque comida húmeda para gatos "fácil de digerir" y "agradable para el estómago", que suele estar especialmente procesada para mejorar su digestibilidad.
A los gatos con trastornos digestivos específicos, su veterinario puede recomendarles productos de comida húmeda de prescripción especializada diseñados para favorecer la salud digestiva de su gato y ayudar a restablecer el equilibrio del tracto gastrointestinal.
Algunos gatos pueden ser alérgicos a los cereales o tener dificultades para digerirlos, por lo que una comida húmeda para gatos sin cereales o baja en carbohidratos también es una buena opción. La mejor comida sin cereales para gatos
La comida húmeda para gatos con prebióticos y probióticos puede ayudar a mantener el equilibrio de la flora intestinal de su gato, reforzar la inmunidad y mejorar la digestión. Suplementos probióticos para gatos
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